Pasar al contenido principal

Una de las aristas en cuanto a la lucha contra la tuberculosis, es el diagnóstico oportuno y de calidad, así como la accesibilidad al mismo. Es por ello que el programa “Fortalecimiento de Laboratorios de Tuberculosis en la Región de las Américas” que ejecuta el Organismo Andino de Salud – Convenio Hipólito Unanue (ORAS - CONHU), y que cuenta con dos aliados muy importantes: el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana (COMISCA), y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), busca mejorar la capacidad técnica de los laboratorios de tuberculosis de 20 países fortaleciendo el recurso humano y mejorando los equipos para lograr la meta deseada: disminuir la incidencia de la enfermedad.

Hasta la fecha se ha logrado que los Laboratorios Supranacionales (LSN) de Argentina, Chile y México adquieran equipos e insumos imprescindibles para el apoyo a los Laboratorios de Referencia Nacional (LRN) y redes nacionales bajo su competencia. Una serie de actividades se desarrollan en el marco de este Programa: asesorías técnicas; envío de muestras y paneles para control de calidad del diagnóstico; visitas de inducción programática y supervisión; reuniones técnicas y políticas para la sostenibilidad de las acciones; contratación de profesionales para los LSN; capacitaciones; pasantías; consultorías de investigación en temas claves para la toma de decisiones hacia la mejor organización de las redes de laboratorio y sus recursos; elaboración de guías y lineamientos regionales estandarizados para el diagnóstico en la región; participación en congresos; entre otros. Todos estos procesos están organizados desde el ORAS – CONHU como Receptor Principal, y a través de los subreceptores.

Este Programa no sería posible de ejecutar sin la voluntad política de las autoridades de Salud en cada uno de los 20 países y sin el involucramiento y responsabilidad de los responsables de los laboratorios de tuberculosis y de los jefes de Programas Nacionales para el Control de la tuberculosis. Esta sinergia entre lo político y lo técnico, es garantía de sostenibilidad, y muestra el compromiso de los gobiernos y de las políticas regionales de integración que impulsamos, con la salud de nuestros pueblos.

Si bien en los meses transcurridos ha sido importante crear los engranajes para la coordinación y gestión de las complejas actividades en las que están involucrados los 20 países, el Programa marcha con buenos resultados de acuerdo a los tiempos de cumplimiento previstos, y da cuenta de una ejecución programática y presupuestal eficiente y con transparencia. El camino que sigue está en manos de todos los actores, pues sólo juntos ayudaremos a fortalecer la capacidad diagnóstica para contribuir a los grandes desafíos globales de la Estrategia Fin a la Tuberculosis para el 2035. ¡Seguiremos trabajando!