Habiéndose cumplido ya dos años de pandemia de COVID-19, seguimos aprendiendo sobre el comportamiento del virus y las estrategias con que cuenta la humanidad para su control. La evidencia indica que la prevención es nuestra arma más efectiva. En ella se incluyen la vacunación para disminuir la posibilidad de enfermar gravemente y morir, y las medidas no farmacológicas que evitan la transmisión. Este principio es aplicable a toda la población, en tanto todas las personas, de cualquier edad, somos susceptibles de infectarnos por el SARS-CoV2.
Recibimos con alegría y responsabilidad los resultados científicos que respaldan la seguridad de aplicar las vacunas contra COVID-19 en niñas, niños y adolescentes, quienes merecen protección y un retorno feliz a sus actividades. Sobre este tema hemos debatido ampliamente durante el mes de enero, y nos complace compartir mensajes importantes al respecto en nuestro NotiSalud Andinas.