Para tomar las decisiones más adecuadas en salud pública recurrimos a la evidencia científica y a todos los saberes que ponemos en práctica ante las situaciones que se nos presentan. En la medida en que fortalecemos ese cuerpo de conocimiento compartido - orientado al bienestar colectivo de la humanidad y del planeta-, nos preparamos mejor para responder a las crisis actuales y futuras.
La pandemia de COVID-19 posicionó la salud y la soberanía sanitaria como claves del desarrollo. Las capacidades construidas y repotenciadas en estos tres años no deberían retroceder. La investigación, la vigilancia epidemiológica y genómica, el desarrollo de vacunas y fármacos, el despliegue de medidas de prevención y una buena comunicación, siguen siendo fundamentales para una sociedad del cuidado. Bajo esa premisa, el ORAS-CONHU tiene muy claro su rol articulador y continúa abriendo diálogos e intervenciones con el concurso de todos los sectores para garantizar una vida digna a los habitantes de nuestros países. Conservar los avances, actuar en consecuencia con lo aprendido y mantener la salud en el centro depende de la voluntad política y de la conciencia social de unirnos por el bien común.