La falta de robustez de los sistemas de salud para recuperarse de la pandemia de COVID-19 nos alerta sobre la necesidad de ir más allá del concepto de resiliencia. La región de América Latina y el Caribe precisa de la expansión de todas sus capacidades para responder con equidad, suficiencia e integralidad a las necesidades de salud de su población como sujetos de derechos.
El desgaste de los trabajadores del sector sanitario, el retroceso en varias áreas por desplazamiento de unas prioridades por otras, la pérdida de centralidad de las políticas públicas del Estado en la salud y en la vida humana y del planeta, y otras muchas dificultades de abordaje complejo, dan cuenta de la fragilidad con la que podríamos ser impactados por una nueva emergencia en salud.
¿Estamos preparados? Revisar lo que debemos fortalecer y reconocer los fracasos para no repetirlos es un camino valiente y comprometido para demostrar que las lecciones han sido aprendidas y nos convocan a re- movilizarnos. Desde el ORAS-CONHU propiciamos estos debates a través de los Ministerios de Salud andinos, consecuentes con el bienestar y con la justicia social y ambiental en nuestra subregión.