Abril ha sido un mes intenso, en el que hemos analizado el escenario a más de dos años de pandemia, tanto en materia de salud como en el orden social, económico y ambiental en nuestros países andinos y en el mundo. De conjunto con las máximas autoridades de los Ministerios de Salud de la subregión, y con una amplia agenda de intercambios con otras instituciones internacionales, hemos avanzado en la definición de respuestas para no dejar pasar el momento y no retroceder en el enfrentamiento a las crisis actuales desde las bases estructurales que explican la desigualdad en el acceso de las poblaciones al cuidado de su bienestar. En todos estos espacios de debate la posición del ORAS-CONHU ha sido coherente con el enfoque de derechos, de determinación social de la salud, y de justicia social y ambiental.
La reunión del Sistema Andino de Integración y la de Ministros y Ministras de Salud del área andina, convergieron en el reconocimiento de que invertir en salud es clave para el desarrollo. El comportamiento humano es responsable de la salud del planeta, e influye en la emergencia y reemergencia de enfermedades. Por ello, concebimos el bienestar como un todo y reconocemos el derecho de los pueblos a definir qué desarrollo alcanzar para colocar la vida en el centro de un Proyecto de sociedad inclusiva y respetuosa de la Madre Tierra.