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Neonatología

Para el ORAS-CONHU la salud neonatal es una prioridad, por lo que desde el primer trimestre de 2020 se inició con el abordaje de esta problemática con los responsables de salud neonatal de los ministerios de salud. Estos eventos posibilitaron conocer la situación neonatal en los países andinos, identificar las brechas y proponer estrategias para avanzar a partir de la integración y el intercambio. Dentro de los aportes más importantes se encuentran: 

Las políticas e intervenciones de salud neonatal son clave para el desarrollo cognitivo, físico y emocional de los seres humanos. Estas no se pueden deslindar de aquellas relacionadas con el curso de vida de las mujeres, ya que la protección de su salud durante la adolescencia, la gestación y el puerperio son factores que influyen en la salud del recién nacido. 

Los resultados que se expresan en promedios alcanzados en la salud neonatal a nivel mundial son alentadores; sin embargo, esconden brechas ya que no todas las personas gozan de las condiciones y oportunidades de bienestar en su vida. Los grupos sociales con mayor pobreza, los pueblos indígenas, afrodescendientes, comunidades rurales, entre otros, sufren desigualdades injustas a lo largo de su vida y tienen limitado acceso a los servicios de salud; lo cual ha sido más evidente durante la pandemia del COVID-19. 

Basados en la situación de los países, se llegó a la conclusión que se requiere fortalecer las intervenciones para revertir la tendencia de elevación de la mortalidad neonatal, y enfrentar la situación de inequidades en cuanto al acceso y calidad de los servicios y la disrupción de estos a causa de la pandemia.

Siendo necesario colocar en agenda pública esta situación, se propuso la conformación de un grupo de trabajo andino. Es así que con Resolución REMSAA XXXIX/546 de junio 2021, se conformó el Grupo de Trabajo de Salud Neonatal Andina con la finalidad de prevenir y reducir la morbi-mortalidad neonatal en la región. A partir de allí se han tenido reuniones de fortalecimiento de competencias y sensibilización donde han participado los responsables de salud neonatal de los Ministerios de Salud y también de los hospitales de referencia de los 6 países andinos. Para estos fines, se ha contado con la participación de expertos internacionales de OMS/OPS y de hospitales e institutos referentes en salud neonatal de Norte América.

Descargar Resolución REMSAA XXXIX/546: CONFORMACIÓN DEL GRUPO DE TRABAJO DE SALUD NEONATAL ANDINA 

 

  • El primer mes de vida es el período más vulnerable para la supervivencia del niño; en ese contexto, 2,3 millones de recién nacidos murieron en 2022.
  • Las muertes neonatales han disminuido en un 44% desde el año 2000. Sin embargo, en 2022, casi la mitad (47%) de todas las muertes de niños menores de 5 años ocurrieron en el período neonatal (los primeros 28 días de vida), que es uno de los períodos más vulnerables de la vida y requiere una atención intensiva y de calidad durante el parto, y del recién nacido.
  • En 2022, el África subsahariana representó el 57% (2,8 (2,5-3,3) millones) de todas las defunciones de menores de 5 años, pero solo el 30% del total mundial de nacidos vivos. Esa región registró la tasa de mortalidad neonatal más alta del mundo, con 27 defunciones por cada 1000 nacidos vivos, seguida de Asia central y meridional con una tasa de mortalidad neonatal de 21 defunciones por cada 1000 nacidos vivos.
  • El parto prematuro, las complicaciones durante el parto (asfixia perinatal/traumatismo obstétrico), las infecciones neonatales y las anomalías congénitas siguen siendo las principales causas de muerte neonatal.
  • Los niños que mueren en los primeros 28 días de vida sufren de afecciones y enfermedades asociadas con la falta de atención de calidad al nacer o de atención y tratamiento especializados inmediatamente después del parto y en los primeros días de vida.
  • Las mujeres que reciben atención continua dirigida por parteras profesionales, formadas y reguladas según las normas internacionales, tienen un 16% menos de probabilidades de perder a sus bebés y un 24% menos de probabilidades de experimentar un parto prematuro

 

La prematurez es la principal causa de ingreso a las unidades de cuidados intensivos neonatales y ejerce una marcada influencia sobre la mortalidad infantil. A nivel mundial, cada año nacen 15 millones de niños prematuros y aproximadamente más de un millón de ellos muere a causa de las complicaciones relacionadas con la prematuridad.

Las complicaciones de la prematuridad constituyen la principal causa de muerte en el periodo neonatal. En la región de las Américas, alrededor de 1,2 millones de nacimientos ocurren en forma prematura. Los bebés prematuros requieren de atención especializada y cuidados específicos que les permitan sobrevivir, crecer y desarrollarse saludablemente

Aunque se han producido avances positivos, cada año millones de familias siguen sufriendo la devastadora angustia que supone perder a un hijo, a menudo en los primeros días de vida”, “El lugar donde nace un niño no debe determinar si vive o muere. Es fundamental mejorar el acceso a servicios sanitarios de calidad para todas las mujeres y todos los niños y niñas, incluso en situaciones de emergencia y en zonas remotas.

Los estudios demuestran que la mortalidad infantil en los países de mayor riesgo podría disminuir sustancialmente si las intervenciones para la supervivencia infantil basadas en la comunidad pudieran llegar a quienes más las necesitan. (2)

1 https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/newborn-mortality

2 https://www.unicef.org/lac/comunicados-prensa/mortalidad-infantil-alcanzo-minimo-mundial-historico-2022-segun-naciones-unidas

 

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